Desde el pasado 5 de julio el consulado no registra más menores porque ya no puede realizar las pruebas de ADN que demuestran la filiación entre el padre y el recién nacido.
Fuente
Roberto lleva atrapado en Kiev desde principios de agosto. Eduardo aterrizó el pasado domingo, pero teme que la espera se alargue semanas. Felipe y Alicia [nombres cambiados] llegaron hace más de un mes y aún no saben cuándo podrán volver. Son de distintas partes de España pero todos tienen en común haber acabado en Ucrania para ser padres mediante gestación subrogada. ¿El problema? Que desde hace unas semanas el consulado españolha cerrado el grifo de los pasaportesy no les deja inscribir a sus recién nacidos como ciudadanos españoles.
Son más de 20 familias, muchas de ellas alojadas en un mismo hotel, el Kiev 365, desde donde cuentan desesperados su situación: “La embajada no quiere saber nada de mi hijo, me han dado fecha para el 12 de noviembre para inscribirle y por cómo está la situación ya me han dicho que no lo van a hacer”, se queja Roberto.
La nueva normativa europea de protección de datos impide, según el consulado, tomar las pruebas de AND para demostrar la filiación
El pasado 5 de julio la embajada española en Ucrania emitió un comunicado desaconsejando a los interesados en vientres de alquiler acudir a este país, por la falta de transparencia y de garantías con gestantes y contratantes. “Las autoridades españolas no pueden hacerse responsables de las promesas y afirmaciones hechas por agencias privadas que realizan fuera de Españauna actividad no amparada por la ley española«, recogía el comunicado. Desde ese día no se ha vuelto a registrar a ningún menor.
Sin embargo, la razón de este colapso parece no tener nada que ver con esta advertencia, de sobra conocida por las agencias y despachos que se dedican a estos trámites, sin que nunca haya habido problemas con el registro. El motivo, según informó el consulado español en Kiev de manera verbal a los agentes que se dedican a la gestación subrogada en una reunión mantenida el 27 de junio, es algo tan inesperado como la modificación delReglamento General de Protección de Datos,que entró en vigor el pasado mes de mayo en toda Europa.
En Ucrania, el procedimiento para registrar como español a un bebé nacido mediante vientres de alquiler requiere una prueba de ADN del padre, que hasta ahora se recogía de manera presencial delante de un funcionario del consulado. De ahí, era enviada a un laboratorio español que devolvía los resultados, y una vez demostrada la filiación con el padre, se emitía el pasaporte español con el que podían volver a España con el menor. La madre debía después hacer un procedimiento de adopción, puesto que España reconoce como madre sólo a la que da a luz (en este caso la gestante) aunque aporte sus propios óvulos.
El problema, según el consulado, es que el nuevo reglamento europeo impide la toma de material genético por considerarlo datos sensibles y no pueden demostrar la filiación. En otros países, como Estados Unidos, Canadá o Grecia es un juez del país el que estima que el procedimiento se ha hecho legalmente y el que acredita la paternidad según la ley local y no según la ley española, que es como se hace en Ucrania y Georgia.
“No pueden dejar a una criatura sin patria potestad. No se puede hacer esto cuando muchas familias están ya en medio del procedimiento, ¿qué le decimos a la gestante, que aborte porque mi país no me va a dar los papeles?”, se queja Roberto. “Si quieren dejar de dar pasaportesque lo digan con antelación, o con una moratoria. Pero no se puede hacer en la fase final del proceso y dejarnos así de desprotegidos”, apunta Felipe.
Las cerca de 20 familias, que han iniciado ya una recogida de firmas en Change.org, denuncian el “limbo legal” en el que se encuentran, forzados incluso a incumplir la legislación española queobliga a inscribir a un recién nacido en un plazo de un mes.Reclaman alguna solución o alternativa por parte del consulado de quien no tienen respuesta. “Nos dicen que ellos no pueden hacer las pruebas de ADN, que lo tenemos que traer nosotros en los laboratorios con lo que tienen convenio en España. ¿Pero cómo voy a hacer una prueba de ADN de mi hijo en España si no puedo sacarle de aquí sin pasaporte?”, se pregunta Roberto.
Ante la falta de soluciones, muchas familias están optando por solicitar de manera paralela un pasaporte ucraniano para los menores, y poder así, al menos, volver a España. “Con mis clientes estamos haciendo los dos procedimientos: pedir cita en el consulado y el pasaporte ucraniano. Es una situación nueva también para los funcionarios ucranianos, pero en principio la ley lo permite aunque los dos padres sean españoles”, explica Franco Antonio Zenna, abogado del despachoIntraius especializado en gestación subrogada. “Luego las parejas tienen que ir a España y que un juez reconozca la filiación del padre y la adopción de la madre,un proceso que puede durar dos años”.
Sin embargo, tanto Zenna como Ana Miramontes, abogados especializados en gestación subrogada con varios clientes ahora mismo en Kiev, aclaran que el consulado no ha resuelto todavía negativamente ninguno de los expedientes en curso: “Sabemos que lo harán, pero necesitamos la resolución para poder recurrir y ver exactamente qué argumentan”, aclara Miramontes.
Ni el consulado ni la Dirección General de Comunicación e Infor